×

Pero debo explicarte cómo

Justa indignación y disgusto
Mayo 27, 2022

No pueden prever el dolor y los problemas que se producirán; e igual culpa tienen los que faltan a su deber por debilidad de la voluntad, que es lo mismo que decir por rehuir el trabajo y el dolor. Estos casos son perfectamente simples y sencillos de distinguir.

Hora, cuando nuestro poder de elección es libre y cuando nada impide que podamos hacer lo que más nos gusta, todo placer debe ser bienvenido y todo dolor evitado. Pero en ciertas circunstancias y debido a las exigencias del deber oa las obligaciones de los negocios, ocurrirá con frecuencia que los placeres deban ser repudiados y las molestias aceptadas.

El hombre, por tanto, se atiene siempre en estas cuestiones a este principio de selección: rechaza los placeres para conseguir otros placeres mayores, o soporta dolores para evitar dolores peores. por los encantos del placer del momento, tan cegados por el deseo, que no pueden prever el dolor y el problema que están obligados a seguir; e igual culpa les corresponde a aquéllos.

Quienes faltan a su deber por debilidad de voluntad, que es lo mismo que En una hora libre, cuando nuestro poder de elección está libre y cuando nada impide que podamos hacer lo que más nos gusta, todo placer es bienvenido y todo dolor evitado Pero en ciertas circunstancias y debido a las exigencias del deber oa las obligaciones de los negocios, ocurrirá con frecuencia que los placeres deban ser repudiados y las molestias aceptadas. El hombre sabio, por lo tanto, se atiene siempre en estas cuestiones a este principio de selección: rechaza los placeres para conseguir otros placeres mayores, o soporta dolores para evitar dolores peores, diciendo que se estremece ante el trabajo y el dolor. Estos casos son perfectamente simples y sencillos de distinguir.

Justa indignación y antipatía por los hombres que están tan seducidos y desmoralizados por los encantos del placer del momento, tan cegados por el deseo, que no pueden prever el dolor y los problemas que están destinados a seguir; e igual culpa tienen los que faltan a su deber por debilidad de la voluntad, que es lo mismo que decir por rehuir el trabajo y el dolor. Estos casos son perfectamente simples y sencillos de distinguir.

Por otra parte, denunciamos con justa indignación y desagrado a los hombres que están tan seducidos y desmoralizados por los encantos del placer del momento, tan cegados por el deseo, que no pueden prever

Empecemos el proceso...